Como cada año, todos los habitantes de la granja esperaban el gran acontecimiento: el nacimiento de los polluelos de mamá pata.
Caballos, conejos, cabras y gallinas llevaban durante días yendo a visitar a mamá pata que incubaba con mucho cuidado todos sus huevitos. ¡Los polluelos podían llegar en cualquier momento!
Y por fin llegó el gran día. Era un sábado caluroso de verano. To-dos los animalitos de la granja había ido a visitar a mamá pata co-mo siempre, cuando de repente, escucharon el sonido que indicaba que los polluelos iban a nacer.
(…)