La noche del 5 de Enero hacía mucho frío en San Sebastián; A pesar de que era más de medianoche, Clarita y Guille seguían despiertos.
-Mamá nos ha dicho que tenemos que dormirnos pronto esta noche
-Ya lo sé Guille pero estoy muy nerviosa y no puedo dormirme, esta noche vienen los Reyes!
¿Porqué no bajamos al salón y les esperamos escondidos? No tienes muchas ganas de verles?
-pues sí… vamos Clarita!
Los niños bajaron en silencio, pasaron de puntillas junto a la habitación de sus padres y se escondieron detrás del sofá rojo. Entre risas, permanecieron allí jugando a las adivinanzas, ahogando sus risas para no ser descubiertos.
(…)